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sábado, 14 de abril de 2012

El espacio acogedor del Centro de Arte La Estancia, Chacao, Caracas

No conocía PDVSA La Estancia, donde se encuentra el Centro de Arte, ubicado en Altamira, Municipio Chacao.  Leo en su WEB, PDVSA La Estancia, que es el brazo cultura de nuestra empresa Petróleos de Venezuela, S.A.  Yo pasaba miles de veces frente a su fachada y no me imaginaba que por dentro fuese una perla.

Me fui para allá hace unos meses a explorar.  Un triptico cayó en mis manos y en su última página leí que, cuando sus espacios estaban privatizados, recibía al año (si no me equivoco) unas 3 mil visitas al año, y que ahora que sus espacios son públicos (acción del gobierno bolivariano), recibe 36 mil visitas al mes.

Ni más ni menos que una democratización de sus espacios, otrora reservados para la alta directiva de la empresa.  Y una bendición tal democratización:  los espacios de esta suerte de oasis natural en medio de urbe es de un efecto maravilloso.  La gente de cualquier condición social puede entrar libremente.

Chacao fue fundado en 1768 y la hacienda (que antes era parte de una más grande llamada La Floresta) data de 1792, un espacio realmente histórico.  Le perteneció originariamente a un tal Don Francisco Domínguez y en el siglo XVIII fue referencia de encuentro y ejercicio de muchos importantes músicos de la época.  Tenía plantaciones de caña de azúcar y café.  El visitante puede comprobar que hay pequeñas  muestras de estos cultivos en sus espacios.

Fue abierta al público en el 2003, después del paro petrolero de 2002.

Es un pedazo de tierra de la época colonial, con grandes árboles, los espacios de siembra, un patio de secado de café, jardines, una casona principal, patio de viejas caballerizas, plaza de flores, salas culturales (levantados sobre antiguos túneles de comunicación de espacios en la hacienda) y una Plaza Andaluza.

Belleza pura, relax para el espíritu que invita al pensamiento, la reflexión y hasta la poetización.  Recomiendo.  Lo visité en febrero, durante los carnavales, y coloco algunas imágenes abajo.  Tres veces he ido hasta ahora.  Dejo abierto el post para irlo enriqueciendo con imágenes de futuras entradas.

Me gustaron en extremo los árboles, viejos señores que, cuando los mira, parecen contarte historias.  Te los regalo.

Para mis amigos y allegaso en Facebook, visiten el enlace

http://www.facebook.com/media/set/?set=a.10150955065324968.533901.545704967&type=3&l=493ba97464, donde encontrarán fotografías un poco más personales y abundantes al mismo tiempo.  Saludos.

miércoles, 8 de febrero de 2012

La avenida Baralt desde mi balcón

Exactamente no se trata de la avenida Baralt desde mi balcón, aunque la mayoría de las imágenes ─hasta ahora─ pertenezca a tal adyacencia.

Son imágenes diversas, sin orden alguno, al capricho de la cámara fotográfica en el tiempo (bueno, quizás con un orden cronológico).

La Av. Baralt bajo lluvia durante el día y la noche; atestada de vehículos o despejada.  Se incluyen también algunas imágenes de puntos adyacentes, como la vialidad hacia la esquina Aserradero; de puntos por encima, como el monumento a los caídos en el Puente Llaguno.

Se trata de un escrito ilustrado abierto, a ser alimentado a lo largo del tiempo.  Arranca con unas quince fotos, aproximadamente.

El municipio San Juan data del 22 de febrero de 1834, cuando se separa de la extinta parroquia San Pablo.  De la tal parroquia San Pablo nació también hacia el este la parroquia Santa Teresa, de manera que ambas, San Juan y Santa Teresa, hermanas de nacimiento, se separan entre sí por la protagónica Av. Baralt.  Esto es, la Av. Baralt es el límite divisor parroquial.

En el recorrido de la avenida se puede encontrar: El Mercado de Quinta Crespo, la plaza Francisco de Miranda, la plaza Caracas, el SAIME (antigua DIEX), las torres del Centro Simón Bolívar, la esquina Pedrera (llamada popularmente Capitolio), el Puente Llaguno y, hacia su final norteño, la conexión con la Av. Boyacá, entre otros tantos puntos icónicos de la centralidad capitalina.